Yo no, hasta hoy, que Nerea nos ha llevado hasta allí con la imaginación.
Un país remoto, entre Rusia y China, con grandes llanuras gélidas, preciosos y enormes lagos, cuyo emblema es el águila y en el que nos protegeremos del frío con deliciosos guisos de cordero y carne de caballo.
¡Gracias, Nere! Por cierto: ¿no podías haber elegido uno más difícil de pronunciar? Ja, jaaa!
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